Evolución del dibujo infantil. Etapa del garabato.

Comenzamos con la primera etapa, la del garabato.

¿Qué pensamos en el momento en que vemos el dibujo de un niño que está en esta etapa? Inconscientemente creemos que el dibujo que tenemos delante carece de importancia. Esto solo quiere decir que esta etapa trae consigo una serie de connotaciones negativas. Pero, posiblemente, esta sea la etapa más importante ya que constituye el pilar del resto de ellas; es la primera forma de autoexpresión. Como adultos y, especialmente, como maestros, debemos tener en cuenta esto ya que un comentario desafortunado puede derivar en un mal desarrollo.

¿Es el garabato de un niño arte? Normalmente, pensamos que el niño comienza a dibujar cuando aquello que dibuja tiene sentido y se asemeja con la realidad. Pero, de nuevo, nos estamos equivocando, ya que es en esta etapa en la que el niño comienza sus primeros dibujos. ¿Por qué? Esto se debe a que el dibujo es algo cinético, por tanto, una vez que el niño realiza estos movimientos, sea cual sea el resultado, si se asemeja o no a la realidad, estamos delante de un dibujo. Además, este tipo de dibujo se da en todas las culturas, en todo el mundo, cualquier niño desde que nace hasta aproximadamente los cuatro años dibuja, ya sea en la arena del parque, o en la orilla de la playa, o sobre un papel con ceras de colores.

Dentro de esta etapa podemos encontrar tres tipos de garabatos. El garabato desordenado, el garabato controlado y el garabato con nombre.


En primero de ellos, el garabato desordenado, podemos ver que los trazos no tienen sentido, se repiten o no siguen un esquema lógico ya que el niño aun no posee la capacidad de controlar visualmente sus movimientos. Incluso podemos ver que el niño no mira al papel cuando dibuja. También se debe a que aún no tiene un control motor, por lo que cogerá mal el lápiz. Pero poco a poco irá desarrollando estas habilidades.



Después de haber estado aproximadamente seis meses con el garabateo desordenado, pasamos al garabato controlado. Es ahora cuando el niño se da cuenta de que existe un vínculo, una relación, entre los movimientos que él realiza y el trazo que se representa en el papel, o en el soporte donde esté dibujando. Es ahora cuando se comienza a ver la evolución de las habilidades que aún no tenía en el garabateo desordenado, pues comienza a coger mejor el lápiz, aunque aún no son capaces de realizar puntos pequeños. Está habilidad se obtendrá más adelante.



Finalmente, la etapa del garabato con nombre, suele darse a los tres años y medio ya que es en ese momento cuando el niño comienza a vincular sus movimientos con el mundo que le rodea. Hablando técnicamente podríamos decir que relaciona su pensamiento kinestésico con su pensamiento imaginativo. De esta manera se establece una base para su retención visual. Pero, ¿cuál es la diferencia exacta entre este tipo de garabato y el resto? Podemos decir que el garabato, el trazo, no va a ser muy distinto, pero, en cambio, ahora el niño es más consciente y está más influenciado; ahora tiene una idea más clara de lo que quiere representar en su dibujo, aunque no lo consiga. Por tanto, ahora dedicarán también más tiempo a su dibujo. Además, si analizamos estos dibujos podemos conseguir información adicional sobre sus sentimientos.

Para terminar con esta etapa debemos tener en cuenta también que, respecto a los colores, el niño no los elige sino que los escoge aleatoriamente y sin ningún criterio, además, el tipo de materiales que utiliza normalmente son aquellos que estimulan su expresión, como las ceras, los lápices de pastel, de fibra, el papel, la arcilla, etc. Y nada como periódicos o revistas.


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